¿Seré una futura acupuntora?

Es un gran dilema la pregunta que planteo arriba. En un futuro no muy lejano si todo va bien, dentro de unos años, habré terminado por fin mi carrera y podré dedicarme al ejercicio de la Medicina. Aún no tengo claro qué especialidad me gustaría escoger y la verdad es que por ahora no quiero ni pensar en ello porque quedan muchos años y puedo cambiar de idea en cualquier momento.

En cualquier caso, creo que todos nos deberíamos plantear si expandir o no nuestros conocimientos sobre la Acupuntura en vistas a incluirla en el ejercicio diario de nuestra medicina. A mí personalmente, se me pasa por la cabeza realizar algún máster o algo parecido en Acupuntura. Algunos de estos máster son ofertados por la Universidad y aunque no son baratos sí que son bastante interesantes. Conozco a un compañero de mi madre que ha realizado un máster de Acupuntura por la Universidad de Sevilla y la verdad es que parece bastante contento. Él trabaja como médico de familia en un centro privado y  además incluye el tratamiento con acupuntura como alternativa para sus pacientes. 

Este es un ejemplo de cómo podemos enriquecer nuestra medicina, aportando nuevas ideas, conocimientos y tratamientos, para ofrecer una mejor atención a nuestros pacientes. No pienso que debamos dejarlo todo y convertirnos en Acupuntores estrictos,que sólo traten mediante esta técnica a sus pacientes, sino que todo lo que podamos ofrecer de más para sanar o paliar el dolor no está de más. Pienso que por ejemplo en un futuro, supongamos que me dedico a la traumatología, si recibo un paciente que tras una caída presenta una fractura en el brazo, aparte de la habitual escayola y la rehabilitación por el fisioterapeuta, no sería nocivo para él que yo le administrara varias sesiones de acupuntura ya fuera para paliar el dolor o para ayudar en su recuperación, o si no poseyera el título de acupuntora pues recomendarle alguna clínica donde esté disponible este tratamiento. 

En resumen, lo que quiero decir es que debemos de dejar los convencionalismos  a un lado y abrir nuestra mente hacia nuevas terapias que puedan ayudar a nuestros pacientes sin resultar nocivas para ellos, y que cuanto menos efectos secundarios, reacciones adversas y menos invasivos sean para nuestros pacientes pues mejor. Tenemos que intentar aprender todo lo que esté a nuestro alcance que nos permita mejorar como médicos para no quedarnos estancados y la Acupuntura ha demostrado ser una terapia que funciona y que presenta prácticamente pocos riesgos para el paciente si es administrada de manera correcta, luego, ¿por qué no profundizar en ella?,